Por dos razones: primero, porque el aprendizaje automático y la inteligencia artificial tienen un enorme potencial para la creación de valor, y no debemos dejar que se desperdicie ese potencial. Las personas con el impulso y la inteligencia necesarias para avanzar en el campo del LD o para utilizar la IA para crear grandes cosas pueden venir de cualquier parte, y tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que estas personas puedan acceder fácilmente al conocimiento y las herramientas que necesitarán para realizar su potencial completo. Además, debemos hacer todo lo posible para inspirar a personas capaces de todo el mundo para que quieran dedicar sus talentos a valorar la creación a través de la IA. Si creemos que la IA tiene un alto retorno de la inversión, democratizar la IA es simplemente una estrategia racional. AI está a punto de crear una cantidad fantástica de oportunidades, y estas oportunidades no deben reservarse a los graduados de la Ivy League, ni a las personas nacidas en los Estados Unidos. Deben estar abiertos a todos.
La otra razón que veo es quizás más sutil: deberíamos hacer que la IA sea accesible por el bien de la estabilidad social y económica. En un futuro cercano, ML y AI automatizarán muchos trabajos, y gran parte del valor creado por AI se acumulará para aquellos que lo desarrollen (aunque en general, la dinámica del mercado libre asegurará que todos terminen beneficiándose hasta cierto punto). Una forma de contrarrestar esto es hacer que la creación de valor a través de la IA esté lo más ampliamente disponible posible, haciendo que el control económico esté más distribuido y evitando una centralización del poder potencialmente peligrosa. Si todos pueden usar la IA para resolver los problemas que tienen, entonces la IA se convierte en una herramienta que fortalece a las personas. Si el uso de AI requiere la contratación de una empresa especializada (que probablemente será la propietaria de sus datos), entonces AI se convierte en una herramienta para la centralización y consolidación del poder. Preferiría el primero.