Cuando hice entrenamiento psíquico, que incluía hacer lecturas varias veces a la semana durante un año, nos enseñaron a no dar consejos ni a predecir el futuro. La razón es porque ambos interfieren con el libre albedrío. Predecir el futuro para alguien es sobrepasar tus límites como lector. Es el derecho de cada individuo crear su propio futuro, pero si el lector predice un cierto resultado futuro, entonces la decisión podría verse influenciada por eso. Es posible que no reconozcan que no tienen que aceptar esa posibilidad futura. El consejo es igualmente una superación de los límites. Un lector, nos enseñaron, siempre debe respetar la capacidad de la persona para decidir por sí mismo qué hacer con sus vidas. Hay demasiadas trampas que pueden venir de dar consejos y tomar consejos de un psíquico. Algunas personas están muy dispuestas a ceder la responsabilidad a otra persona, especialmente si esa persona parece tener una visión más profunda. Un lector puede tener una sensación de importancia o un impulso del ego al hacer que un seguidor obedezca sus instrucciones.
Dadas esas preocupaciones, diría que haga lo que quiera, pero asegúrese de que es lo que USTED quiere, no lo que alguien más piensa que debería hacer. Mucho mejor aprender a confiar en nuestra propia intuición que a escuchar las dudosas intuiciones de los demás.