Aunque no hay ningún conjunto de cualidades que puedan denominarse como ingredientes para la creación de un científico, hay algunas cualidades que son deseables.
- Conciencia de su entorno: uno debe ser consciente de lo que lo rodea a su alrededor para ser inquisitivo de las cosas y ahí comienza la búsqueda científica.
- Una mente inquisitiva: una curiosidad natural es lo que impulsa a un científico a avanzar
- Pensamiento independiente y racional: debe estar listo para acabar con las prácticas de pensamiento conservador y convencional y estar preparado para aceptar cambios.
- Perseverancia: se requiere mucho de eso si uno es llevar la búsqueda científica a un fin previsto.
- Disposición a trabajar en grupo: la ciencia no puede pasar aislada de la sociedad. Trabajar de forma cohesiva y colaborativa es el medio para la investigación científica productiva.
- Enfoque organizado y sistemático.
- Atención a los detalles: nada es poco importante en la ciencia, ningún resultado es también un resultado.
- Dejar ir el interés propio: los frutos de la ciencia, para el científico, debe ser el proceso de hacer ciencia en sí. Cuando otros beneficios materiales se convierten en una cuestión de preocupación, el proceso de la ciencia pierde la esencia y se convierte en una mera repetición.
- Ético: la ciencia no debe perseguirse comprometiendo los valores de uno. Dejar ir el interés propio conducirá automáticamente a la investigación ética.
Esta no es una lista exhaustiva. Estas cualidades tampoco aseguran la formación de un buen científico. Hay otros factores como el grupo científico con el que está, institución, infraestructura, financiamiento y muchos más que afectan el proceso científico y, por lo tanto, la creación de un científico.