Actúa como la persona que quieres ser, y esa persona será la forma en que actúas. Y cuando llegue ese momento, ya no será un acto.
- Comienza por aprender a NO ser otra persona.
- Define a la persona que quieres ser.
- Escribe todos los atributos que tienes perfectos.
- Cierra los ojos y siente las sensaciones y emociones que cada uno de esos atributos te aportará. (es decir, el perfecto que eres es honesto: … siente lo que se siente al admitir una verdad a alguien, o aclarar una mentira, o permitir que la gente vea una de tus debilidades).
- Noten que el mundo no llega a su fin.
- Tómese 10 minutos al día (establezca un temporizador) para realizar este proceso todos los días.
A menudo nos cuesta ser nosotros mismos porque no nos gusta quienes somos y preferiríamos ser una fachada. Otras personas te dirán que te perdones y te aceptes, bla, bla. Yo digo, conviértete en la persona que siempre has pretendido ser, y serás tú mismo.