El siglo XX será considerado como el punto de pivote principal en la integración global.
Para responder a esta pregunta, uno necesariamente debe involucrarse en algún pronóstico de lo que probablemente sucederá en los próximos siglos. Afortunadamente, soy tan estúpido como para intentar algo tan audaz.
Cuando me pongo la gorra de Nostradamus, veo algunas cosas que parecen claras. Una cosa clara es que la globalización es una tendencia que no muestra indicios de desaceleración. A medida que las interdependencias crezcan a lo largo de los próximos siglos, la cooperación política sin duda seguirá creciendo y normalizándose. Es imposible adivinar los detalles de esa evolución, pero la tendencia es innegable.
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38 mapas que explican la economía global.
Proyectando la globalización hacia adelante, la evaluación del siglo XX se verá a través de la lente de cómo impactó esta tendencia. Es relativamente fácil ver cómo el siglo XX sentó las bases para construir una economía verdaderamente global. El siglo XX vio el fin del expansionismo colonial, el comienzo del fin del gobierno autoritario, la ascendencia de los valores mercantiles liberales y la innovación tecnológica que permitió que todo este cambio se moviera más rápidamente.
Es importante tener en cuenta que a lo largo de la historia, ha habido períodos de interrupción significativa de tendencias más grandes. Los ejemplos obvios incluyen el colapso relativamente repentino del Imperio Romano y la depresión global de los años treinta. Cada una de esas dos serias regresiones estructurales y económicas modificaron los detalles de cómo el mundo evolucionó hasta donde está ahora. Los eventos que están a la vuelta de la esquina de nuestra vista tendrán sus propios impactos. Es imposible adivinar si la hegemonía estadounidense, la cooperación europea o el desarrollo asiático serán vistos como requisitos previos o fulcros esenciales.
La historiografía nos enseña que las realidades sociológicas y políticas del contexto de un historiador afectan profundamente su interpretación de la historia. La respuesta que uno podría dar en el año 2099 probablemente diferirá significativamente de la de 2199. Para citar el ejemplo obvio, si la corriente actual del nacionalismo y la retirada de la cooperación internacional siguen aumentando, 2099 puede no estar lo suficientemente lejos en el futuro para poner El siglo XX en su contexto histórico.
Pero, todo funciona en una línea de tiempo comprimida aquí en el siglo XXI y estas fuerzas reaccionarias golpearán su apogeo muy rápidamente. Hay muchas fuerzas dispares en una jugada, pero mi apuesta está en el aumento global de que la xenofobia es de corta duración.
Después de todo, el dinero es la fuerza más poderosa del planeta.
Pronto, la globalización continuará con su arco hiperbólico hacia arriba y, en algún momento en el futuro, la gente mirará hacia atrás al nacionalismo de la misma manera en que vemos el colonialismo actual. El siglo XX está destinado a ser recordado como la época en que surgieron ideas y eventos como las Naciones Unidas, la Unión Europea y la caída del telón de acero.
Si bien el siglo XX no nos hizo globales, nos acercó dramáticamente. Los historiadores del futuro rodearán las fechas del 15 de agosto de 1945, el final de la Segunda Guerra Mundial y el 9 de noviembre de 1989, la Caída del Muro de Berlín, como puntos de inflexión que conducirán a la comunidad mundial por venir.
La única pregunta real es quién liderará la carga.