¿Cómo se puede esperar que la próxima generación continúe innovando en tecnología que la generación anterior fue pionera?

Una respuesta simplista sería que la próxima generación probablemente preferiría innovar antes que usar tecnologías de la generación anterior, principalmente porque la generación anterior dejó mucho margen de mejora.

La respuesta podría ser una combinación de nuestro deseo innato de hacer las cosas mejor, más eficientes, perfectas. Este deseo, combinado con nuestra propensión a fallar, hará que la próxima generación encuentre fallas e ineficiencias del grupo anterior. Afortunadamente para la próxima generación, la innovación en el futuro será diferente a todo lo que esta generación pueda comprender hoy.

Estamos en la cúspide de una revolución robótica. La automatización, la inteligencia artificial y los robots son más sofisticados que nunca. La Ley de Moore ha sido la referencia que define por qué hemos innovado tan rápidamente. Observó que la cantidad de transistores en el hardware informático se duplicaba cada dos años en 1965. Desde entonces, los científicos han innovado dentro de este plazo. La innovación sin duda continuará para la próxima generación.

Históricamente, la productividad está por detrás de la innovación tecnológica. Los robots ayudarán a mejorar la productividad de los negocios junto con los trabajadores humanos, no los empleos de costo. Todavía es demasiado pronto para decir cuál será el efecto de la automatización continua en las economías, pero uno puede estar seguro de que, para que la innovación se detenga cuando haya avances a la vuelta de la esquina, es como desconectar Internet. Inconcebible.

Porque todo es bloques de construcción. Construimos sobre lo que construyeron los que nos precedieron. No se te ocurre un láser o una computadora mejor sin utilizar gran parte de la tecnología que precedió a tu producto. Cuando dependíamos de la historia oral, mejoramos la escritura, de allí a los libros, a las bibliotecas, a los registros digitales, a compartir vastas cantidades de información en la red mundial, a grabar todo lo escrito en vastas instalaciones de almacenamiento, y en esta construcción continua. Una montaña de tecnología que visualizamos las próximas innovaciones con imaginación basada en todo lo que ha sucedido antes. La humanidad ha estado en este planeta durante aproximadamente 3 millones de años y la historia nos dice que en 1903 los hermanos Wright volaron en el primer avión y solo 66 años después pusimos a los hombres en la luna. La cuestión no es cómo es posible una mayor innovación, sino si actualmente podemos imaginar lo que veremos y experimentaremos en 10, 20 o 50 años.