¿Cuáles fueron las cosas más interesantes que aprendiste de tus entrevistas con los ganadores de MacArthur?

Bueno, es una paradoja. Una cosa que aprendí es que cada uno de estos logros sobresalientes llegó a sus campos, pasiones y grandes logros, principalmente debido a una serie de sucesos aleatorios. Circunstancias. Oportunidad. Prueba y error.

Luis von Ahn, el creador de Captcha y Duolingo, por ejemplo, fue impulsado al trabajo de su vida cuando Yahoo! Llegó a su escuela, Carnegie-Mellon, en busca de una solución para el fraude de botes.

The Amazing Randi, un exitoso ilusionista, artista de escape y “mentalista”, vivió cuando sus audiencias se negaron a no creer la clarividencia y la magia. Continuó su carrera desenmascarando a los videntes falsos, los curanderos y los dobladores de cucharas.

El pionero de la agricultura urbana Will Allen creció soñando con el baloncesto profesional, y logró su sueño. Pero mientras jugaba en Europa, un compañero de equipo le pidió que visitara la granja familiar. Al tocar el suelo labrado, Allen sintió una transformación casi espiritual.

Sin embargo, cuando sondeas la historia de estas personas, encuentras que los impulsos siempre estuvieron ahí. Von Ahn cuando era niño en Guatemala anticipó una carrera de doble inmersión en el trabajo humano con una idea infantil de abrir un gimnasio que utilizara máquinas de ejercicio como dinamos. Los miembros no tendrían que pagar, porque estaban generando energía eléctrica vendida en la red.

¿Es muy diferente a pedir a los usuarios de Internet que descifren guiones de aspecto extraño, sin saber que en realidad están identificando texto de publicaciones antiguas que el software de Reconocimiento de Caracteres Ópticos no pudo leer cuando se escanea para digitalización?

James Randi era un pequeño malogollador argumentativo de niño, escéptico de todo, especialmente de la autoridad adulta. Abandonó la escuela secundaria a la hora 11 porque cuestionó la premisa de una pregunta del examen final. Will Allen creció en una granja, trabajando duro por su padre exigente, sin pensar nunca en cómo la semilla germinaba dentro de él.

El destino no existe, y predecir con el beneficio de la retrospectiva es un ejercicio tonto. Pero es sorprendente lo mucho que los logros de estas personas notables son reflejos de quienes siempre fueron.