¿Qué tipo de entrenamiento es mejor para preparar a los maestros para enseñar “habilidades para la vida”?

El problema es que los padres son los primeros modelos a imitar y los principales responsables de estas habilidades. Los maestros tienen un impacto mínimo. Sin embargo, una cosa que puede hacer es recompensar el comportamiento que desea ver. Por ejemplo, tengo un niño muy difícil este año. Su historial es complicado y desagradable, y no sorprende que su comportamiento y habilidades actuales lo reflejen. En pura desesperación, le di tres detenciones después de la escuela. En la primera, hablamos de cosas que podía hacer de manera diferente para que yo pudiera comportarme de manera diferente (alabanza frente a crítica). Ayer, pasó 2 horas trabajando en su ensayo, tanto conmigo como con su compañero mentor. Fue una gran lucha, pero al final, imprimió una sólida pieza de escritura. Empezó a aprender que el trabajo duro vale la pena. Que la gente te ayude si lo pides. Que él puede hacerlo. Cuando terminó, le di de comer. No sé si hemos doblado una esquina, pero estamos llegando. Y ahora puedo recompensarlo y alabarlo, reforzando los comportamientos que quiero ver. :).
El problema es que nadie podría haberme entrenado para hacer lo que hago. Sigo mis entrañas. Sin embargo, trabajar con otros maestros que hacen cosas similares ayuda.

Los maestros estadounidenses reciben muy poca educación para el desarrollo infantil a nivel de posgrado en comparación con los maestros en otros países. Cuando comparo el trabajo de curso requerido de un maestro en consejería con el requerido para mi credencial de docente, es un poco atroz que se requiera tan poco, considerando la cantidad de tiempo que pasé con los niños en sus años de desarrollo y la similitud de las tareas (fomentando el cambio cognitivo). Es esencial una mayor y mejor calidad de la educación en el desarrollo infantil y en el fomento del cambio cognitivo y social.

Los niveles de educación en curso, cada vez más complejos, son tan útiles para los educadores de adultos como para los estudiantes, con el fin de ser contemporáneos y demostrar una participación auténtica en el desarrollo de las cualidades que menciona. “Enseñamos quiénes somos”: cuando nos desafiamos a nosotros mismos al continuar luchando, aprendiendo y desarrollándonos en el proceso, lo llevamos al aula.

La aplicación práctica del tema es donde frecuentemente caemos. Demasiados maestros van de la escuela secundaria, a la universidad, y regresan a la escuela pública (para enseñar), sin ser nunca desafiados a aplicar su propio aprendizaje en entornos de trabajo contemporáneos. Y, en medio de la revolución de la tecnología y la industria, la educación de un tema, en su aplicación práctica, puede quedar obsoleta rápidamente. Los maestros que trabajan por cuenta propia en su área de competencia en la materia (aquellos que escriben para publicar, programar, hacer la preparación de impuestos, vender un producto creativo, editar Wikipedia, etc.) son mucho más propensos a conectarse con sus estudiantes y a entender los conocimientos precisos. El desarrollo de habilidades blandas y duras de la “vida real” les exige ahora, para que estén preparados para la postgrado y las realidades del lugar de trabajo.