Tenía 19 años cuando decidí aprender alemán. Era mi primer año de universidad y mi programa requería que aprendiera un tercer idioma. La verdad es que elegí estudiar alemán, ya que encajaba mejor en mi horario que en mi elección alternativa de aprender japonés. Mi único objetivo era aprender un idioma internacional beneficioso para los negocios con una historia y una cultura profundas.
Aunque nunca recuerdo que se mencionara como tal, creo que el método que mi profesor usaba para enseñar se llama el Marco Común Europeo de Referencia. Su objetivo es enseñar lenguaje práctico utilizando una combinación de lenguaje basado en intereses y escenarios de la vida real. Recuerdo más que nada que mi profesor comenzó nuestra primera clase con un gesto de “Stehen Sie bitte auf” y algunos de nosotros nos dimos cuenta de que quería que nos pusiéramos de pie ante los demás. Una vez que nos levantamos, nos dijo “Sitzen Sie bitte” y déjame decirte que todos nos sentimos muy listos para empezar a sentarnos.
Algunas de las prácticas clave que recuerdo fueron el uso por parte de nuestro profesor de representaciones temáticas, canciones (incluida una sobre cómo pedir comida) y el diálogo en el aula combinado con vocabulario frecuente y un diario basado en la gramática. Como profesor actual de alemán y francés, puedo dar fe de que todavía utilizo muchas de estas técnicas en la actualidad.