Si por determinismo el interrogador quiere decir que la realidad ha sido predestinada, entonces no creo que exista. El hecho de que una semilla se convierta en una flor depende de una serie de condiciones, como el terreno en el que aterriza, la cantidad de lluvia que cae, la consumirá un ave o el brote aplastado por una criatura al pisarla. Cuando las circunstancias lo permitan, la genética de la semilla determinará su desarrollo. Las criaturas sensibles, sin embargo, tienen la capacidad de considerar sus experiencias y prever posibles futuros. Esta habilidad proporciona una oportunidad para la existencia del libre albedrío.
El instinto, el hábito y las circunstancias determinarán el comportamiento sin la participación de la conciencia. La mayoría del comportamiento humano se genera por motivos inconscientes de los que uno puede darse cuenta después de que ocurre una acción, un pensamiento o una emoción. Habiendo considerado acciones que podrían haber producido mejores resultados, las posibles elecciones se agregan al inconsciente que las condiciones externas generarán la próxima respuesta a situaciones similares. En cierto sentido, el libre albedrío se ha convertido en parte del determinismo.