- “A veces el destino es como una pequeña tormenta de arena que cambia de dirección. Cambias de dirección pero la tormenta de arena te persigue. Giras de nuevo, pero la tormenta se ajusta. Una y otra vez juegas esto, como un baile ominoso con la muerte justo antes del amanecer. ¿Por qué? Porque esta tormenta no es algo que sopló desde muy lejos, algo que no tiene nada que ver contigo. Esta tormenta eres tu Algo dentro de ti. Así que todo lo que puedes hacer es rendirte, entrar directamente a la tormenta, cerrar los ojos y taparte los oídos para que la arena no entre, y caminar a través de ella, paso a paso. No hay sol allí, ni luna, ni dirección, ni sentido del tiempo. Solo fina arena blanca que se arremolina en el cielo como huesos pulverizados. Ese es el tipo de tormenta de arena que necesitas imaginar.
Y realmente tendrás que superar esa tormenta violenta, metafísica y simbólica. No importa lo metafísico o simbólico que sea, no se equivoque: cortará la carne como mil hojas de afeitar. La gente sangrará allí, y tú sangrarás también. Caliente, sangre roja. Atraparás esa sangre en tus manos, tu propia sangre y la sangre de otros.
Y una vez que la tormenta haya terminado, no recordarás cómo la superaste, cómo lograste sobrevivir. De hecho, ni siquiera estará seguro de que la tormenta haya terminado. Pero una cosa es cierta. Cuando salgas de la tormenta, no serás la misma persona que entró. De eso se trata esta tormenta “.
– Haruki Murakami
- “Sus quejas, su drama, su mentalidad de víctima, sus quejas, sus culpas y todas sus excusas NUNCA le han dado ni un solo paso más cerca de sus metas o sueños. Deja ir tus tonterías. Deja ir la ilusión de que MERECES mejor y ve ¡GANALA! ¡Hoy es un nuevo día!”
– Steve Maraboli