Las personas, en general, se hacen tantas preguntas innecesarias e irrelevantes que la mayoría de las veces sientes que ya no respondes esas preguntas. Te vuelves tan habitual escuchar esas preguntas una y otra vez, que ya no te vuelven loco ni te enloquecen. Poco a poco, solo aprendes a sonreír y dejas la pregunta sin contestar.
Estos son algunos de los ejemplos de la vida real que muestran qué tipo de preguntas merecen ser dejadas sin respuesta:
Para cualquier niña-
“¿Es esa época del mes?”
- ¿Cómo pueden los científicos ambientales ser imparciales?
- ¿Cuál es la ciencia detrás del bullying?
- ¿Qué se necesitaría para hacer explotar un planeta?
- ¿Debería un piloto de motocicletas preocuparse más por su nivel de impulso o el nivel de energía correspondiente antes de estrellarse contra una pared sólida y estacionaria? ¿Por qué?
- ¿Qué animal dominó el deporte de sangre de las arenas romanas de la antigua Roma, a lo largo de la Roma moderna?
Para cualquier chico-
“¿Cuánto ganas?”
Para solteros-
“¿No puedes encontrar a alguien?”
Para las personas en relación
“¿Cuando te vas a casar?”
Para recién casados-
“¿Cuándo recibiremos las buenas noticias ?”
Después de tener un bebé-
“¿Cuándo vas a planear para el otro?”
Para los búhos de la noche-
“¿Por qué no duermes temprano?”
Para todos los alumnos-
“¿Cómo estuvo el examen?”
Para todas las personas enamoradas-
“¿Por qué me amas?”
Para toda la nación
“¿Por qué hace tanto calor estos días?”
Para Delhi Wallas-
“¿Votaste por Arvind Kejriwal?”
Para Tamizhans-
“¿Por qué ustedes están tan locos por Rajinikanth?”
Para mi personalmente
“¿Que piensas hacer?”
🙂