Sí. En algunos cuartos, ya están. Durante la última oleada de piratería somalí, muchas mujeres somalíes querían casarse con piratas, y esto puede volver a ocurrir ahora que los piratas han regresado a sus cotos de caza en marzo de 2017. Mujeres somalíes que acuden a puerto con la esperanza de casarse con piratas.
Además, varios occidentales crédulos ya han representado a los piratas somalíes como héroes que se resisten al saqueo de sus aguas de pesca por parte de los arrastreros de empresas internacionales. Si bien es cierto que varios buques pesqueros extranjeros han cazado en aguas somalíes (muchas veces simplemente no ha habido un gobierno somalí en funcionamiento al que se le pueda pedir permiso de pesca), los piratas no atacan a estos cazadores furtivos; se dirigen a buques mercantes y de pasajeros legítimos, algunos de los cuales están entregando ayuda alimentaria a los somalíes hambrientos. Los piratas no están interesados en defender las pesquerías somalíes. Quieren dinero, punto. Pero pueden reconocer a ciertos izquierdistas occidentales por lo fáciles que son, y jugarlos en consecuencia.