Lo que pasa con los filósofos existenciales es que no solo encontraron formas novedosas de derivar significado, sino que también propusieron definiciones novedosas de nihilismo. Friedrich Nietzsche dedicó su vida a confrontar el nihilismo, basó el significado de la vida en la vida misma, y la necesidad de que los seres vivos valoren las cosas. Martin Heidegger no estuvo de acuerdo, pensó que los valores y el significado son la revelación del Ser. En las consecuencias de esta tesis, redefine el nihilismo como el ocultamiento intencional del Ser y acusa a Nietzsche de ser el filósofo más nihilista de todos los tiempos, porque rechaza el Ser. No importa que Nietzsche niegue un tipo de Ser que Heidegger también rechaza.
Entonces, desde su propio punto de vista, ningún filósofo existencial era un nihilista, pero todos los filósofos existenciales eran nihilistas desde la perspectiva del otro, más o menos. Es importante recordar que, antes del nacimiento de la filosofía existencial, el nihilismo era prácticamente sinónimo de ateísmo, se necesitó una filosofía existencial para presentar la tesis de que el ateísmo no equivale al nihilismo. Algunas personas aún piensan que el nihilismo y el ateísmo son coextensivos y, según esta definición, la mayoría de los filósofos existenciales eran nihilistas, con la excepción de Kierkegaard, Buber, tal vez Heidegger y algunos otros. Una definición más contemporánea de nihilismo es la tesis de que el significado es imposible en la vida: todos los filósofos existenciales buscaron, a su manera, negar esta tesis.