Solo aparentemente así, ya que hay matices en la idea de número, así como en lo que realmente significa “cuantificable”. Podría ser mejor decir que los números son las únicas entidades cuantificables que pueden comunicarse y compararse con alta consistencia y rigor. Esto se debe a que son entidades puras, ‘no corrompidas’ por la asociación con cualquier objeto material y, por lo tanto, una moneda alta y prístina en los mundos de las ideas y la investigación.
Sin embargo, la experiencia subjetiva del mismo número puede diferir entre las personas y también en diferentes contextos para la misma persona. Un 100 es un gran número / cantidad para un niño que comienza a aprender a contar, y un 108 puede provocar varias connotaciones, incluidas las religiosas. Para la mayoría de las personas, no hay una diferencia tangible entre visualizar 783 millones en comparación con 784 millones (o, de hecho, entre 783 y 784), mientras que la diferencia de 1 millón entre estas cifras en sí es algo enorme. Nuevamente, hay números y fracciones negativos y números irracionales y trascendentales, cada uno con una concepción cada vez más sutil, pero esencialmente manipulados con las mismas operaciones aritméticas que para los números enteros, por lo que podemos dar un sentido vago de lo que significan.