Parece extremadamente improbable que alguna vez podamos alcanzar ese nivel de neuroplasticidad en adultos. El cerebro pasa por muchos cambios a lo largo de una vida humana. Incluso en los niños, la capacidad de aprendizaje extremadamente alta tiene un costo: necesitan más sueño que los adultos, y más de su sueño se encuentra en la fase de onda lenta y la fase REM. Como resultado, son más difíciles de despertar temprano en el ciclo del sueño y más propensos a tener pesadillas más adelante en el ciclo del sueño. La naturaleza fluida de la memoria de los niños también hace que sea aún más difícil para ellos distinguir los hechos de la fantasía, incluso en comparación con los seres humanos comunes, que a ellos mismos les resulta difícil pasar por esto.
Existen varias técnicas de estudio que pueden mejorar nuestro aprendizaje como adultos, pero muy pocas formas de aumentar nuestra capacidad biológica para aprender. El aumento del sueño de ondas lentas parece ayudar a algunos, pero actualmente no existe una forma segura de aumentar esto a los niveles de la infancia, y las drogas que inducen el sueño de ondas lentas son muy difíciles de controlar debido al riesgo de uso indebido. El arrastre de ondas cerebrales puede inducir ondas delta hasta cierto punto, pero ninguna tecnología conocida puede acercarnos a la neuroplasticidad del cerebro en crecimiento.