La discapacidad de inclinación es un trastorno neurológico en el que el cerebro no está lo suficientemente conectado en las áreas involucradas en el aprendizaje. Tiene razón al hablar de problemas de aprendizaje ya que puede haber más causas para la dificultad de aprendizaje que una situación de conectividad neuronal.
El autismo a menudo tiene un factor de discapacidad de aprendizaje causado en gran parte por una deficiencia en al menos un neuro mediador llamado serotonina, que es, entre otras funciones, el responsable del procesamiento sensorial y el aprendizaje en general.
La discapacidad de aprendizaje puede ser el resultado de un ataque al cerebro, como un traumatismo cerrado, convulsiones o una enfermedad degenerativa en la que se destruyen las conexiones existentes, lo que lleva a la pérdida de la memoria y la incapacidad para recuperar conocimientos bien anclados.
El aprendizaje no está vinculado sistemáticamente a un nivel de CI y muchas personas con discapacidades de aprendizaje muestran talento e inteligencia extremos.
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La neurociencia ha puesto de manifiesto los beneficios de actividades específicas y el cambio medible en modelos animales antes y después de una intervención específica. La mayoría de los estudios han evaluado los resultados antes y después de una exposición regular a uno o estímulos sensoriales combinados.
Varios estudios sobre el modelo humano han demostrado que es posible obtener puntos de CI y una capacidad de aprendizaje general mejorada utilizando el principio de enriquecimiento sensorial o enriquecimiento del entorno.
Esos estudios permiten considerar la posibilidad de disminuir el impacto de los problemas que conducen a la discapacidad de aprendizaje. Uno de los pioneros del enriquecimiento ambiental, Mark Rosenzweig comparó los cerebros de los animales que recibieron una organización de enriquecimiento sensorial con los animales criados en condiciones típicas. Los cerebros de los animales en programas de enriquecimiento sensorial eran más grandes, tenían más conexiones e incluso más vasos sanguíneos.
El cerebro humano es inmensamente plástico y, dado el programa adecuado, cambiará para mejor, lo que debería significar una disminución de los problemas de discapacidad de aprendizaje.
Rosenzweig, MR, Bennet, EL y Diamond, MC (1972). Cambios cerebrales en respuesta a la experiencia, Scientific American, 226 (2), 22-29.