1. Las ambiciones son buenas. Debes tener ambiciones.
2. Averigua cuáles son tus ambiciones. Mucha gente te recomendaría leer algunas biografías. Pero si el lector no tiene experiencia de vida, muchos libros simplemente no tienen sentido. Tomaría un descanso de la escuela y trabajaría durante unos meses para recoger algunas experiencias de la vida. Balzac trabajó en un despacho de abogados donde obtuvo una visión de los corazones humanos; Robert Owen fue aprendiz en una tienda de ropa antes de que fuera bueno en los negocios; James Watson encontró su pasión observando pájaros con su padre. Dependiendo de tus conexiones, si tienes suerte, puedes encontrar un puesto en una nave de expedición científica.
Hagas lo que hagas, nunca dejes de practicar inglés.
3. Comience a salir ahora. Esta es un área en particular que NO debe dar demasiados pensamientos futuros. Disfrutar del momento. Piensa solo AHORA. Si vienen bebés, tanto mejor.
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De todas las formas de precaución, la precaución en el amor es quizás la más fatal para la verdadera felicidad.
–Russell, Bertrand. La conquista de la felicidad. Nueva York y Londres: Liveright, 1930
Finalmente, cada vida contiene tramos aburridos. Es tu propia ambición la que te da la disciplina interna para resistirte. La decisión es tuya.
Por todas estas razones, una generación que no puede soportar el aburrimiento será una generación de hombrecitos, de hombres indebidamente divorciados del lento proceso de la naturaleza, de hombres en los que cada impulso vital se marchita lentamente, como si fueran flores cortadas en un jarrón.
–Russell, Bertrand. La conquista de la felicidad. Nueva York y Londres: Liveright, 1930