¿Podría un futuro de tecnologías cada vez más automatizadas destruir el sistema económico mundial?

Una de las características de la humanidad es la capacidad de utilizar la tecnología y la ciencia y transmitirla de generación en generación.

Sin la tecnología, la vida humana habría sido difícil con altas tasas de mortalidad debido a la escasez de infraestructura alimentaria y médica. La sociedad se paralizaría con la misma forma de vida durante siglos.

Con la tecnología, la humanidad ha avanzado mucho en todos los aspectos de la vida. La esperanza de vida ha aumentado y la calidad de vida ha aumentado con el tiempo. Las personas tienen acceso a una mejor atención médica y un mejor acceso a la información en todo el mundo.

El argumento presentado asume que la tecnología eventualmente reemplazará la necesidad de trabajo humano y, por lo tanto, la sociedad sufrirá debido al desempleo y la falta de recursos para comprar bienes y servicios.

Desde una perspectiva económica esto no es factible. Si las máquinas reemplazan el trabajo humano y la gente se queda sin empleo, no habría ningún medio para que la gente compre los bienes y servicios que fabrican las máquinas. Esto, a su vez, haría que las corporaciones no sean rentables, ya que les resultaría cada vez más difícil vender productos de producción masiva que no pueden ser consumidos. Como resultado, las corporaciones recurrirían a controlar sus fábricas, ya que no sería rentable para ellos producir bienes en masa y más barato contratar personal humano, asegurando que siempre haya un equilibrio entre humanos y máquinas utilizadas en la producción.

Alternativamente, los humanos serán empleados en funciones que son más humanas o funciones que son más desafiantes y creativas. Esto les permitiría pagar los bienes y servicios ahora baratos debido a la producción en masa provocada por las máquinas.

En cualquier caso, la economía en sí no será destruida por la automatización. Simplemente cambiará la fuerza laboral de la producción de bienes y servicios básicos a roles mejorados que requieren creatividad y mayor inteligencia.

Una cosa clave aquí es cómo se distribuirán los beneficios de riqueza de dicha tecnología.

Si una pequeña cantidad de personas con un capital enorme invierte en la fabricación robótica (por ejemplo) para dejar a millones de personas sin trabajo, y obtener enormes ganancias de los costos laborales reducidos, ¿esa nueva riqueza permanecerá concentrada en unos pocos, o de alguna manera se distribuirá? en beneficio de los nuevos desempleados?

Una automatización cada vez más avanzada y capaz resultaría en una mayor presión para reducir el número de horas en la semana laboral, como lo hizo 100 años durante la primera ola de mecanización. Imagine semanas de trabajo de 10 horas, ojalá con niveles de vida más altos debido a los bienes y servicios producidos a precios extremadamente bajos (aunque no hay garantía de que la automatización sea significativamente más barata).