Odio la contabilidad, y no puedo aprenderlo bien. ¿Qué tengo que hacer?

Primero intenta cambiar de qué o de quién estás aprendiendo.

En segundo lugar, si los signos del amor no son visibles, probablemente existirías fácilmente en este mundo, sin saberlo.

El aprendizaje de la contabilidad, debe ser una opción más que una obligación. Aprender e invertir tiempo en algo donde tu mente encuentra libertad para pensar, sin ninguna carga.

Pero, mientras tanto, si no lo has decidido, ten en cuenta estas pocas cosas y hazlo como un ejercicio:

1. Escribe un diario para anotar todos los gastos. Del pin al piano.
2. Da a todos alguna categoría. Comer en el metro y comer palomitas de maíz, debe ser “Gasto en alimentos”.
3. Resume estas cabezas.
4. Y verifique cómo varían sus gastos de mes a mes.
5. También guardar todas las facturas, en un archivo.

Esto se llama como teneduría de libros. Aquí es donde comienza la contabilidad por primera vez. Si te divertiste lo más mínimo haciendo este ejercicio, probablemente te gustaría contar. Si no, mantén este hábito, sería útil para tu futuro.

Odiar algo es una buena manera de garantizar que no vas a poder aprenderlo bien. Si la mitad de tu cerebro está atado a resentirte por lo que estás haciendo, no vas a ser efectivo.

O necesita encontrar una alternativa a la contabilidad o comenzar a buscar razones para no odiarla. que odias de eso? (Esta es la parte difícil, porque tienes que ser muy honesto contigo mismo acerca de lo que te molesta).

Si es algo que puedes arreglar, trabaja en arreglar eso. Si es algo que no puedes arreglar, entonces debes pensar en maneras de evitar tener la contabilidad como parte de tu vida.

Ya que lo odias y no puedes aprenderlo bien, ¿qué te impide dejarlo?

Tienes una vida, y una vida es todo lo que tenemos. Solo deja caer la contabilidad. Estás perdiendo el tiempo en un tema que probablemente no te irá tan bien a largo plazo.

Si está buscando consejos, trucos o soluciones alternativas, no le cortarán el hielo lo suficiente si no le gusta la contabilidad, ni siquiera un poco.

Si no te cortaron para la contabilidad, haz algo para lo que tengas que hacer. Sigue la carrera que te realizará; no el que tus padres quieren que sigas o el que te hará rico.