¿Hay evidencia de que escuchar otro idioma bien dormido te ayudaría a aprenderlo?

Hay muchos conceptos erróneos en cuanto al aprendizaje de idiomas. El primero de todos es que aprender un lenguaje natural puede enseñarse de la misma manera que enseñamos cualquier otra materia académica en la escuela, como química, biología, etc.

Hay una diferencia entre ‘declarativo’ y ‘conocimiento de procedimiento’; es decir, el ‘qué’ contra el ‘cómo’. El aprendizaje del lenguaje natural combina ambos, incluso cuando se aprende empíricamente. Sin embargo, dado que el uso del lenguaje es, en última instancia, un proceso de emparejar ‘sonidos’ y ‘significado’; es decir, “cuándo” y “cómo” usar “qué”, cualquier “conocimiento declarativo” que haya almacenado en la “memoria de trabajo” (a diferencia de la memoria de “largo plazo”) nunca será suficiente para poder “realizar” ‘en un idioma específico. Claro que puedes impresionar a algunas personas haciendo lorar cuerdas de sonido de cualquier longitud; en realidad, puede impresionar a algunos hablantes nativos no expertos del idioma que está aprendiendo. Incluso pueden alabarte por tu excelente pronunciación. Sin embargo, no es hasta que contextualizamos el “conocimiento declarativo” en el uso del lenguaje y somos capaces de “hacer que las cosas sucedan” (produciendo un cambio en el mundo por las palabras que pronunciamos) que realmente podemos decir que hemos aprendido con éxito. un lenguaje

En resumen, sí, cualquier técnica que utilice para memorizar vocab, verbos, etc. puede ser excelente para aumentar su ‘conocimiento declarativo’, que es la ‘materia prima’ del ‘desempeño lingüístico’. NO HAY una técnica única que funcione para todos, porque todos tenemos diferentes estilos de aprendizaje que varían según los rasgos de personalidad y otros factores psicológicos. Para usted puede estar escuchando cosas mientras duerme, para otros puede ser dibujar símbolos y hacer tarjetas de memoria flash. Me estremezco cuando veo “métodos” que dicen que pueden ayudarte a aprender un idioma en un período de tiempo específico. Es como un médico que le promete que se librará de su afección en el número de meses “x”. Aunque hay tiempos promedio para todo, realmente depende de muchos factores además del “medicamento” que le recetaron. Lo mismo ocurre con el aprendizaje del lenguaje natural.