Su pregunta parece ser dos preguntas, porque adquirir conocimiento para uso inmediato es una actividad fundamentalmente diferente a la de memorizar conocimiento (que es como entiendo “adquirir conocimiento para la memoria”).
La primera actividad ha sido impulsada por la tecnología desde al menos la invención de la imprenta. La disponibilidad de libros autorizados fue crucial en la era pre-computacional. Si no vivías cerca de una fuente de libros, o de las personas que los usaban mucho, tu capacidad de adquirir conocimiento era limitada.
Con la llegada de las computadoras personales móviles (por ejemplo, Osborne 1, Tandy Model 100) y las telecomunicaciones rudimentarias (módems de 300 baudios) que le permiten conectarse de forma remota a otros recursos, de repente tuvo la capacidad de obtener conocimiento sin tener que estar donde están los libros. Los periódicos, etc. fueron. En gran parte, esta capacidad no se realizó, y continúa sin realizarse hasta el día de hoy, debido a las dificultades, tanto físicas como legales, de enviar documentos impresos al formato digital.
Aún así, el crecimiento explosivo de Internet en los años 80 y 90 y la posterior aparición de los motores de búsqueda convirtió a “google” en un verbo, incluso si no se ha confirmado un poco de la información. Nuestra conectividad ha mejorado hasta el punto en que dichos recursos están disponibles en casi cualquier lugar donde haya una señal celular.
- ¿Qué es algo que nunca aprendiste a hacer pero que tuviste?
- ¿Cuánto tiempo se tarda en aprender inglés, escritura cursiva y caligrafía?
- Cómo monetizar el nuevo conocimiento basado en información que aprendes en línea estudiando
- ¿Alguna vez has aprendido algo de tus errores y has aconsejado a alguien que no cometa el mismo error?
- ¿Qué tan importante es el conocimiento informal (lectura, asistencia a conferencias, etc.) en la construcción de un camino educativo formal?
Entonces, ¿qué podemos esperar en el próximo cuarto de siglo? Las densidades de almacenamiento más altas y las comunicaciones mejoradas permitirán un acceso más rápido a más información. Sin duda, los motores de búsqueda evolucionarán para “entender” mejor qué información se está buscando (de manera análoga a la forma en que una interfaz gráfica le brinda capacidades que no están disponibles a través de una interfaz de línea de comandos).
Probablemente, la tarea más difícil en los próximos 25 años será desarrollar los mecanismos necesarios para poder distinguir fácilmente el trigo de la paja en lo que respecta a la confiabilidad y veracidad de la información. El mayor obstáculo en esta área, en mi opinión, serán las buenas intenciones de varias partes para moldear la información que existe para adaptarse a su paradigma de visión del mundo.
En lo que respecta a la memorización, se debe tener en cuenta que cada avance tecnológico importante, que comienza con el desarrollo de la escritura, ha tenido un impacto adverso en la memorización. A medida que nuestra tecnología mejora, nuestra necesidad de memorizar se ha reducido. Nuestra necesidad de aprender habilidades básicas se ha reducido. Hay una generación de niños que no pueden hacer la multiplicación sin una calculadora.
La memorización de la información puede experimentar un renacimiento en el próximo cuarto de siglo, y si lo hace, probablemente consistirá en la implementación asistida por computadora de sistemas clásicos que van desde tarjetas de memoria flash con niveles completamente nuevos de campanas y silbidos (por ejemplo, la generación de clozes automáticos o la creación de nuevos casos de prueba basados en casos existentes inadecuadamente dominados) para sistemas que ayudan en la visualización de imágenes mnemónicas y palacios de memoria.