Los imanes no atraen fuertemente todos los metales.
Los metales solo atraen a la clase de metales ferromagnéticos (hierro, cobalto, níquel y sus aleaciones) y ferrimagnéticos (aluminio, cobre, zinc).
Ahora para responder a tu pregunta,
- El giro de un electrón no pareado en un átomo induce un campo magnético neto en un átomo que se expresa como momento magnético.
- Cuando se aplica un campo magnético externo (tal como por un imán) a un material que tiene átomos con uno o más electrones no apareados; El momento magnético de todos los electrones no pareados en los átomos tiende a alinearse de acuerdo con el campo magnético aplicado.
- La dirección del momento magnético cambia cuando los electrones cambian su eje de rotación.
- Y cuando esto sucede, el material magnetizador expuesto al imán siente una fuerte fuerza de atracción.
Aunque todos los metales tienen electrones no apareados, solo unos pocos muestran fuertes propiedades magnéticas. La razón detrás de esto:
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- En la mayoría de los elementos, el momento magnético inducido por el electrón de un átomo es interferido por los momentos magnéticos inducidos por otros y por su interacción con el núcleo.
- Esto dificulta la capacidad de los metales de desarrollar un momento magnético neto y de ser atraído por el imán.
- Solo unos pocos elementos de bloque d (hierro, cobalto, níquel) tienen un conjunto favorable de espaciado atómico, estructura cristalina y orbitales d elípticos largos; lo que garantiza que no haya interacción entre los electrones de la capa externa de los átomos adyacentes y con el núcleo, lo que a su vez facilita el desarrollo del momento magnético neto en materiales a granel.
Por lo tanto, solo unos pocos metales se sienten fuertemente atraídos hacia el imán.