La evolución es causada por ciertas variaciones genáticas que resultan en una mejor probabilidad de supervivencia de la especie. Por selección natural, la variación de la población de este gen aumenta con la probabilidad de supervivencia aumentada, lo que finalmente da como resultado un patrón permanente o una nueva especie. Los seres humanos han creado un marco social de moralidad básica y derechos humanos que hace casi imposible que estas variaciones genéticas afecten la supervivencia. Protegemos y cuidamos a nuestros débiles y lisiados. Cuidamos incluso a nuestros enemigos heridos para recuperar la salud. Incluso intentamos que las plantas y los animales domesticados sean inmunes a las variaciones genéticas. De hecho, hemos estado reproduciendo artificialmente ciertas características útiles en ellos.
Dicho esto, existe cierta evidencia que sugiere que el cerebro humano todavía está evolucionando, ya que parece estar jugando un papel importante para garantizar una pareja saludable dentro de nuestro marco social.