Esto se refiere a la creencia de que la salud es simplemente la ausencia de enfermedad. Una persona no necesita hacer nada especial para prevenir la enfermedad porque la salud es nuestro estado natural. Los opositores pueden criticar a aquellos que creen que esto está en negación. Podrían señalar que todos los sistemas se descomponen con el tiempo, pero a través de la dieta y el ejercicio podemos retrasar lo inevitable. No estar enfermo no significa que estemos bien y sanos, solo que probablemente no tengamos que acudir a una atención de urgencia esta semana.
Desde un punto de vista sociológico, este modelo negativo de “salud” sugiere que hay una falta de claridad en la medicina estadounidense sobre el lugar de la salud. El sistema está enfocado (e incentivado) en tratar los síntomas y tratar de hacerlos desaparecer o disminuir. En este contexto, las concepciones de lo que implica una vida saludable tienden a sonar idealistas y de alguna manera irrelevantes. Para citar de otra disciplina: “Las operaciones eliminan la política”. Un sistema centrado en el tratamiento de síntomas y problemas no tiene tiempo para considerar conceptos de orden superior, como salud y bienestar.