“Gnothi seauton”, o “conócete a ti mismo”. Esto no es realmente una cita de un filósofo, es del antiguo oráculo de Delfos. Sin embargo, Sócrates lo tomó como una orden de un dios y basó su vida en él. Finalmente, llegó a la conclusión de que todo lo que sabía era que no sabía nada, como dice en su juicio (según relata Platón en la disculpa).
Quizás lo que es especialmente importante de este dicho es que es quizás la primera vez que aparece la introspección en la historia. Antes de esto, nos cuesta mucho encontrar a alguien que cuestione seriamente sus propios propósitos en la vida o el personaje, hasta el punto de realizar cambios serios basados en lo que él o ella descubra. Este tema de la autoconciencia continúa a lo largo de la filosofía y la civilización occidentales, como vemos en Agustín (Confesiones), Descartes y Kant. Hoy en día, la autoconciencia ha alcanzado un extremo tal vez patológico, y quizás se podría decir que somos conscientes de nosotros mismos pero que no nos conocemos a nosotros mismos. Pero el oráculo de Delfos ciertamente pone las cosas en marcha.