Un número de cefalópodos, el grupo de animales que incluye pulpos, calamares y sepias, son expertos en la técnica del cambio de color, que puede usarse para camuflarse o para asustar y advertir a los posibles depredadores en su reino submarino.
Muchas de estas criaturas tienen células pigmentarias especiales llamadas cromatóforos en su piel. Al controlar el tamaño de las celdas, pueden variar su color e incluso crear patrones cambiantes.
Los cromatóforos están conectados al sistema nervioso, y su tamaño está determinado por las contracciones musculares.
Los cefalópodos también tienen ojos extremadamente bien desarrollados, que se cree que detectan tanto el color como la intensidad de la luz. Usando su excelente vista y cromatóforos, los cefalópodos se camuflan creando patrones de colores que se asemejan al fondo marino subyacente.
Bioluminiscencia
Además del control de color, muchos de los calamares pueden producir luz y controlar su intensidad. La luz producida biológicamente se llama bioluminiscencia y es utilizada para una gran variedad de propósitos por los organismos marinos. Se cree que algunas criaturas usan la bioluminiscencia para confundir o asustar a los depredadores, otras pueden aturdir a sus presas, y algunas lo usan como señuelo para facilitar el escape o como un señuelo para atraer a los incautos. La bioluminiscencia también puede ofrecer un medio de comunicación en la región de aguas medias o crepusculares del mar.
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Los calamares y otras criaturas marinas crean luz al mezclar dos sustancias en una tercera que emite luz, similar al mecanismo por el cual se enciende una luciérnaga común o la forma en que funcionan los populares palitos de plástico de brillo verde. Para hacer que un resplandor se “ilumine”, se dobla. Esto hace que los dos químicos del interior se mezclen y reaccionen, produciendo una tercera sustancia que emite luz. Dentro de las células productoras de luz especiales (fotocitos) u órganos (fotóforos) de un organismo, sucede esencialmente lo mismo. Una sustancia llamada luciferina reacciona con el oxígeno en presencia de una enzima, la luciferasa. Una nueva molécula se forma cuando la reacción se completa, y en el océano, por lo general, brilla de color azul a verde. En algunos organismos los fotóforos son simples copas glandulares. En otros son dispositivos elaborados con lentes para enfocar, un filtro de color o una aleta ajustable que sirve como un interruptor de apagado / encendido. Los calamares que tienen fotóforos y cromatóforos dentro de su piel pueden controlar tanto el color como la intensidad de la luz producida. La investigación también ha revelado que dentro de algunos calamares y peces, la luz bioluminiscente puede ser producida por bacterias que viven dentro de los órganos de luz de los animales.
¿Cómo cambian de color los calamares y los pulpos?