No podemos. Al menos para los átomos. Leer a lo largo
Primero, conocer, mantener, administrar, evaluar e indexar que gran parte de los datos requeriría habilidades computacionales e intelectuales muy superiores a las que tenemos actualmente.
Pero asumamos un marco ideal para saber por qué no podemos predecir el futuro. Supongamos que hemos alcanzado un punto en el que conocemos la velocidad, la carga, la orientación y la dirección de cada partícula en un sistema determinado (por ejemplo, solo en una habitación). Este sistema no se ve afectado por los acontecimientos fuera de la sala. Nada interactúa entre la habitación y el mundo exterior. La habitación se sostiene sola.
Ahora. Según la mecánica newtoniana, podemos predecir el futuro. Porque sabemos muchas cosas. Podemos predecir de manera impecable cómo serán las cosas mañana. Y aquí está el BIIIG PERO.
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Cuando se habla del reino subatómico, la mecánica newtoniana se rompe y otra disciplina de la física, la mecánica cuántica, entra en juego. Es como la física moderna refuta la física clásica.
En mecánica cuántica, tenemos el principio de incertidumbre de Heisenberg que dice que no podemos conocer más de un atributo de una partícula en un momento dado. Supongamos que una partícula tiene solo dos atributos (lo que es imposible): una velocidad y una posición (relativa a un punto en el espacio-tiempo). Ahora, de acuerdo con el HUP, cuanto más seguros estemos acerca de la velocidad, menos seguros estaremos acerca de la dirección.
En otras palabras, cuanto mejor conozca la velocidad de la partícula, más inexacto será su posición. Que tiene sentido. Supongamos que sabemos que la partícula es al menos más rápida que 100 km / h. Ahora, estamos claramente muy inseguros acerca de su posición en este instante. Pero a medida que seguimos estando más seguros de la posición, menos seguros estaremos de la velocidad.
Y hay toneladas de atributos adjuntos a cada partícula única que hay.
Así que esta es la forma en que la mecánica cuántica mantiene a raya el problema problemático de “predecir el futuro”. Lo sé, puede ser bastante confuso porque está en contra de nuestra intuición. Nuestra intuición siempre sigue la mecánica newtoniana. Si lanzamos una pelota de baloncesto y conocemos su masa, velocidad, dirección, giro, etc., entonces pensamos que podemos predecir su trayectoria exacta.
Está bien. Porque es un objeto bastante grande. Pero cuando hablamos de átomos, estas nociones no funcionan. Y los átomos forman nuestro universo, por lo que es imposible predecir eventos futuros de cualquier tipo, incluida la trayectoria del baloncesto (y así llegamos a una contradicción científica que solo se puede eliminar una vez que tengamos pruebas experimentales de trayectorias conocidas).
Si estás realmente interesado en este tema, te recomendaría que leas The Fabric of the Cosmos de Brian Greene.