Es un arte
La cuestión de si la gestión es un arte o una ciencia es bastante antigua. Cuando se considera un arte, la administración es notable, pero la expresión natural del comportamiento humano. Es intuitivo, creativo y flexible. Los gerentes son líderes y artistas que pueden desarrollar alternativas únicas e ideas novedosas sobre las necesidades de sus organizaciones. Están en sintonía con las personas y los eventos que los rodean y aprenden a anticipar los giros y las vueltas turbulentas a su alrededor.
Sin embargo, el arte en la gestión no es ni exacto ni preciso. Los artistas interpretan la experiencia y la expresan en formas que otros pueden sentir, comprender y apreciar. El arte permite la emoción, la sutileza y la ambigüedad. Un artista enmarca el mundo para que otros puedan ver nuevas posibilidades.
La ciencia es extraordinaria. Es un método de hacer las cosas. Es la experiencia sistemática organizada la que reúne el conocimiento del mundo y lo condensa en leyes y principios comprobables. Cuando la ciencia se hace correctamente, puede aconsejarnos en todas nuestras decisiones y acciones diarias.
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La gestión es básicamente un arte que puede hacerse eficiente por métodos científicos. Los talentos artísticos del gerente pueden enriquecerse con el uso de herramientas científicas. Sin embargo, como la famosa cita “Un tonto con una herramienta sigue siendo un tonto”, el artista en cualquier gerente definitivamente tiene una ventaja. Su creatividad y productividad se pueden magnificar utilizando los métodos científicos correctos.
El arte de la gestión existía mucho antes de la automatización. Sin duda, la ciencia ha facilitado la gestión. Pero centrarse solo en la ciencia puede llevar a cambiar el enfoque de todo el equipo y crear gastos generales. El éxito de los gerentes depende de la eficacia con la que puedan usar la ayuda científica para mejorar sus habilidades artísticas.
Es una ciencia
Einstein dijo: “El intelecto … no tiene … ninguna personalidad, no puede liderar, solo puede servir”
A partir de las cinco dimensiones originales (referidas de manera inconsistente en todo el libro como dimensiones, dominios o habilidades, el uso de la palabra “habilidades” se utilizará para esta revisión), los autores han simplificado estas en cuatro:
1. autoconciencia
2. Autogestión
3. Conciencia social
4. Gestión de la relación.
Los cuatro están estrechamente relacionados y se basan en la habilidad anterior, pero comienza con la autoconciencia. La autoconciencia nos ayuda a reconocer las emociones en los demás. Los líderes buenos y resonantes tienen la capacidad de manejar sus propias emociones para hacer y decir las cosas apropiadas en el momento adecuado.
Poseer una conciencia social, ser consciente de cómo se sienten los demás individualmente o en grupo, crea empatía, lo cual es crucial para la gestión de las relaciones.
Las cuatro habilidades se han definido en 18 competencias. Los autores argumentan que estas competencias no son talentos innatos, sino habilidades aprendidas. De las cuatro habilidades y las 18 competencias, las personas pueden identificar sus propias habilidades y competencias. Los autores han descubierto que ningún líder tiene un conjunto general, sino una masa crítica de una selección de habilidades o competencias.
La administración es un conjunto de actividades (que incluyen planificación y toma de decisiones, organización, liderazgo y control) dirigidas a los recursos de la organización (humanos, financieros, físicos e información) con el objetivo de alcanzar los objetivos de la organización de manera eficiente y efectiva. Un gerente es alguien cuya responsabilidad principal es llevar a cabo el proceso de gestión dentro de una organización. La práctica efectiva de la gestión requiere una síntesis de la ciencia y el arte; es decir, una mezcla de objetividad racional y visión intuitiva. La buena gestión es una mezcla de arte y ciencia.
La gestión como un arte es una práctica que ha sido seguida durante años (¡años de burro!) Por muchos seres nobles (¿se llamaban administradores en la era temprana?) Y desde entonces ha sido constante … quizás el estilo haya cambiado pero el objetivo no tiene Al ser un arte, su práctica a la perfección era una de las características más esenciales (sine-qua-non) que todos observaban. Sin embargo, debido al flujo de tiempo, muchos se dieron cuenta de que no era importante ser perfecto, PERO era necesario ser excelente. Si no eres excelente, ¡mejor da un salto!
La gestión como ciencia siempre tuvo (y sigue teniendo) una relación de ‘Causa y efecto’ que se ha practicado (¿dije predicado?) Por un tiempo inmemorial (bueno, ¡todavía se practica y predica muy bien en muchas compañías!) Para para permitir que las personas se desempeñen mejor (¡con suerte!) y comprendan la cuantificación (¡muchas veces distorsionadas!) detrás de su desempeño. Supongo que ha llegado el momento de que nos demos cuenta de la importancia de la gestión AMBOS como arte y ciencia y que apreciemos su coexistencia dentro de una organización.
Realmente creo que lo mejor para la organización es tener una combinación de ambos (arte y ciencia) en las proporciones correctas y en la etapa correcta del ciclo de las organizaciones para obtener inmensos beneficios del uso de herramientas de gestión. Técnicas, prácticas, filosofías, procesos y disciplinas Y al mismo tiempo KISS (Keep It Simple Stupid!).