Los científicos ciudadanos hacen contribuciones sustanciales a varios campos, especialmente a la astronomía (los cometas y los asteroides a menudo son identificados primero por los aficionados) y la historia natural. Uno de los colegas de mi esposa dirige un excelente programa de ciencia ciudadana que controla a las poblaciones locales de abejas: The Bee’s Needs
Y es cierto que las credenciales no son un indicador infalible de la capacidad científica y la productividad. He tenido varios técnicos de laboratorio de BA / BS que eran mucho mejores científicos que algunos de mis colegas de doctorado.
Pero esas credenciales no son inútiles. El público (y muchos científicos) no aprecian el grado en que la ciencia es una actividad social. Cada científico se basa en el conocimiento de otros científicos. Eso es lo que te imparte la educación científica formal: lo que se ha hecho antes, lo que funciona y lo que no es probable que funcione. Limita (pero ciertamente no elimina) el tiempo que dedica a las ideas que suenan atractivas pero que resultan ser tontas.
Los científicos populares están incapacitados por esta falta de entrenamiento. El número de ideas que parecen plausibles pero falsas es esencialmente infinito, y es mucho más grande que el número de ideas verdaderas (sean o no plausibles). La formación científica proporciona un sistema de clasificación para que uno pueda encontrar su camino en un universo que a menudo se asemeja a la Biblioteca de Babel