1. La integridad personal es todo. Si bien hay cursos de Ética Empresarial en todas las escuelas de negocios, generalmente tratan temas más grandes, corporativos, estratégicos y tácticos. De lo que estoy hablando aquí es de la ética personal, que resulta ser la cosa más importante que afecta la carrera empresarial de una persona.
2. La gente es absolutamente clave. Ya sea invirtiendo en un empresario, tomando dinero de un inversionista ángel o contratando a un gerente senior, las personas de calibre A valen 10 veces más que las de calibre B.
3. El efectivo es el rey. Se dedica mucho tiempo a la escuela de negocios a analizar los estados de flujo de efectivo y los análisis, pero generalmente desde una perspectiva corporativa más amplia. Pero la única lección que, de un modo u otro, se convierte en el cerebro de cada empresario es que la presencia o ausencia de efectivo es completamente determinista para un negocio. Recuerde la regla de oro de las finanzas de la etapa temprana: “la persona con el oro hace las reglas”.
4. Mantener todo en perspectiva. Las cosas malas pasan en cada empresa, en cada campo, a cada persona. Cuando uno es joven y está empezando, puede parecer que cada contratiempo es el fin del mundo. Cuanta más experiencia uno tiene, más nos damos cuenta de que nada es permanente, excepto la muerte. La perspectiva le ayuda a uno ‘hacer matices’, y hace que sea más fácil no sudar las cosas pequeñas.
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5. La tecnología está cambiando exponencialmente. Esto ciertamente no se enseñó cuando estaba en la escuela de negocios, y no se enseña en muchos lugares hoy en día. Pero es el principio clave de Singularity University (donde fundé el programa de Finanzas, Emprendimiento y Economía) y afecta fundamentalmente a todas las empresas de hoy en día que desean tener alguna esperanza de sobrevivir, y mucho menos prosperar.