La psicología es simplemente el estudio de la mente.
Y el budismo comienza así:
“Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
- ¿Qué es una buena filosofía a seguir?
- ¿Es la coincidencia histórica de Platón, Sócrates, Aristóteles, Alejandro, Aristófanes, Diógenes y Protágoras una coincidencia, o hay una razón para ello?
- ¿Puede la filosofía (amor por la sabiduría) ser considerada una actividad, si es así, qué es esa actividad?
- ¿Cuál sería una forma natural de consumir / experimentar música en la vida moderna?
- ¿Por qué la teoría de syadvada no se practica más ampliamente en Occidente?
Con nuestros pensamientos, construimos el mundo.”
Entonces el budismo toma la mente como punto de partida.
El budismo no es, sin embargo, un estudio académico abstracto de la mente. En su forma temprana, está más estrechamente alineado con la psicología clínica, porque Buda se acercó a la mente como un médico.
1 – le diagnosticó un problema mental
2 – sugirió una causa
3 – propuso una cura
4 – le ofreció una receta
Estas son las cuatro nobles verdades.
Un último punto: el estudio occidental de la mente divergió desde el principio de la práctica budista, al rechazar la introspección y centrar su enfoque en la experimentación en otras mentes, no en la propia.
Esto ha conducido a una vergonzosa historia de torturar seres conscientes que es tan indescriptiblemente repugnante que no me atrevo a repetirla ni a releerla.
Algunos ejemplos se encontrarán en este enlace.
Harry Harlow – Wikipedia
Esto es exactamente lo contrario del budismo.
A Buda le preocupaba aliviar el sufrimiento.
Los psicólogos occidentales han probado, entre muchos otros experimentos, si se puede matar a un animal solo con sufrimiento, no por lesiones o agotamiento, sino solo por el sufrimiento.
Usted puede. Lo hicieron.
Así que el budismo y la psicología comparten muchas cosas, pero no esto.