¿Es el liberalismo la ideología de la burguesía?

Sí. Es decir, en los días en que las clases sociales se definían con tanta facilidad y claridad, el liberalismo era la ideología de la burguesía, en alemán y en lenguas relacionadas llamada Bürgerschaft.

La democracia y el republicanismo como reemplazo de la monarquía absolutista fueron defendidos en toda Europa principalmente por las clases de ciudadanos educados y ricos que, irónicamente, a menudo derivaban sus conocimientos y riquezas del servicio a las administraciones centrales y empresas comerciales monárquicas. Eran una población casi exclusivamente urbana y muy distantes del campesinado y el proletariado que ocasionalmente les ayudaron en sus revoluciones y reformas liberales.

El liberalismo, y los cambios en las actitudes y valores que lo acompañan, siempre han sido defendidos por la clase mercantil y los industriales, en contra de las clases gobernantes tradicionales en la nobleza y sus leales. Para una buena parte del ascenso del poder por parte del liberalismo, la burguesía también reclutó a las clases más bajas, pero solo hasta que pudieron crear sus propias ideologías, manifestándose de manera más prominente como socialismo.

El liberalismo puede aplacar la disidencia entre las minorías históricas al alentarlas a confiar en la ley, y al gobierno como el ejecutor de la ley, para protegerlas contra los intereses más importantes. Cuando sirve a la burguesía para aplacar las posibles amenazas violentas de la disidencia de las minorías, el liberalismo puede servir a los intereses de la burguesía. Especialmente cuando la burguesía goza de mayor influencia que las minorías en la interpretación de esta ley y la aplicación selectiva.

Como ideología, el liberalismo generaliza “la ley” para que se ajuste a la mayoría, si no a todos, nosotros. En comparación, el conservadurismo generaliza la libertad individual para servir a muchos de los mismos intereses. En resumen, la ideología se generaliza con el riesgo de sobregeneralizar. Debido a la diversidad de nuestras necesidades, tales generalizaciones ideológicas en ambos lados no se ajustan a todos nosotros. Así que nosotros, la burguesía y todos los demás, competimos con la política para obtener lo que sentimos que necesitamos.

Es una ideología burguesa, pero no es la ideología de toda la burguesía, al igual que el socialismo es una ideología de la clase trabajadora, pero no la ideología de toda la clase trabajadora.

El liberalismo refleja las perspectivas e intereses de la burguesía, al igual que el socialismo está arraigado en las perspectivas y aspiraciones de los trabajadores.

No obstante, siempre hay facciones en cualquier clase que se aferran a otras ideologías y no necesariamente abrazan las ideologías basadas en clases por varias razones.