La mayoría de nosotros estamos ocupados “haciendo”. Desafortunadamente, desde una edad temprana se nos enseñó a orientarnos hacia la acción. Estas acciones se basan en el miedo, la preocupación, la ansiedad o la duda. Y terminamos gastando la mayor parte de nuestro tiempo y energía en “hacer”. En otras palabras, estamos constantemente tratando de forzar nuestros deseos a manifestarse a través de la acción.
Entonces, si quieres resultados reales, entiende que no son tus ‘acciones’ las que hacen que las cosas sucedan, es tu INTENCIÓN. Esta energía de la intención no se basa en el miedo, la preocupación, la ansiedad o la duda. Si realmente te concentras en lo que quieres en lugar de lo que no quieres, sabrás cuándo actuar y, cuando lo hagas, el universo te servirá y conspirará para ayudarte. Será sin esfuerzo: experimentará un estado de flujo que le permitirá avanzar en su tarea con equilibrio, reposo y una eficiencia increíble: “hacer sin hacer” o “hacer sin esfuerzo”.