La consistencia del principio de no agresión es el mejor argumento para el libertarismo.
El principio de no agresión tampoco es necesariamente libertario. Los objetivistas no se consideran libertarios, pero el principio de no agresión es una observación importante derivada de la metodología de la filosofía.
La agresión nunca puede ser universalmente moral. Crear argumentos filosóficos que sitúen a una clase de personas más allá de la moral es un proceso complicado.
Independientemente de cómo los filósofos lleguen a esa conclusión, crea una clase de superhombres en el sentido nietzscheano. No importa si esas personas son consideradas más allá de la moral porque tienen el mandato del cielo o una subvención del contrato social. El resultado es el mismo porque el razonamiento defectuoso es idéntico.
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Los libertarios a menudo tienden a fallar porque carecen de una perspectiva filosófica. Ayn Rand (autora), no libertaria, es mucho más influyente hoy en día porque era filósofa. En contraste, las instituciones libertarias mejor financiadas utilizan una retórica que se centra en los argumentos del efecto. A pesar de los millones de dólares que se gastaron en el cabildeo y de abogados y académicos altamente calificados, el gobierno ha crecido de manera exponencial. Cualquier victoria para el establecimiento libertario ha sido simbólica.
El Instituto Cato, por ejemplo, escribirá un documento en el que aboga por la privatización del Servicio Postal de los EE. UU. Porque entregará el correo de manera más eficiente. Un filósofo en cambio, construiría un argumento que explique por qué es imposible que la oficina de correos entregue un correo correctamente y describa por qué una oficina de correos administrada por el gobierno es inmoral, para empezar.
Hay una distinción crucial a esto que puede no ser inmediatamente aparente. Si usa argumentos de efecto, la oposición siempre puede contrarrestar con un conjunto diferente de datos o impugnar que no haya recopilado datos suficientes para respaldar su conclusión. En el ejemplo de la oficina postal, los datos que muestran las privatizaciones exitosas podrían ser contrarrestados por los datos que muestran los fallidos.
Si puede presentar un argumento lógico que establezca su posición, los datos se vuelven menos relevantes. Es mucho más importante que trabajes desde un marco teórico consistente.