Divulgación: soy el director de marketing de una empresa que fabrica sensores de orientación.
Mi empresa fabrica sensores que utilizan giroscopios, acelerómetros y brújulas para detectar cambios en atributos como el tono, el balanceo y la orientación. Si bien nuestro objetivo original era mejorar la precisión de los sensores existentes, en realidad hemos encontrado un gran interés en las ciencias médicas para estos. Muchas de estas aplicaciones lo hacen para que las mediciones se puedan tomar fuera del entorno clínico, ayudando a los médicos a obtener una lectura más realista (piense en la hipertensión de bata blanca). Estas son algunas de las aplicaciones que hemos aplicado / discutido:
- Atar los sensores a los corredores, rodillas y tobillos para detectar la cantidad de vibración que experimentan las articulaciones en diferentes superficies.
- Cuantificar los temblores para ayudar a regular las dosis de medicamentos en pacientes con Parkinson y convulsiones
- Monitoreo de las tasas de respiración de manera discreta (el sensor inalámbrico se puede coser en una camisa).
- Poner en práctica múltiples sensores en una matriz de captura de movimiento “sin traje” para captar cómo se está moviendo el cuerpo para estudiar el desempeño humano.