Desde mi punto de vista, los mitos no son más que métodos para promover la colaboración y la unión entre un grupo determinado, sin importar si dicho mito se basa en orígenes verdaderos o falsos. Lo que importa en los mitos no es la verdad en sí misma, sino si otras personas la ven como verdad o no. Los mitos son importantes desde una perspectiva sociológica, ya que tienen los cimientos de la cultura étnica, la nacionalidad y la religión, que los miembros o seguidores de ese grupo / nacionalidad / culto ponen fuertemente en su fe en su autenticidad. De hecho, las creencias y creencias comunes pueden utilizarse como parte integral de una construcción social.
La desventaja que veo en los mitos es que impiden que aquellos que realmente los creen, los cuestionen, promoviendo así la fe ciega y la autoridad externa. Por ejemplo: hay un mito de que el mundo fue creado en una semana. Aquellos que aprendieron a creer que la noción de sus primeros años en la vida pueden no cuestionarla, y por lo tanto, no se animan a buscar verdades más allá de lo que se les dijo y se les planteó. Sin embargo, el lado bueno de un mito, si se lo considera una lección o una historia en lugar de una noción dudosa, se puede aprender de su moralidad y sabiduría, como un ejemplo de cierta filosofía o experiencia general. Cuando los mitos se abren para las interpretaciones, uno o muchos pueden recoger varias sabiduría y lecciones, que se pueden usar en el viaje de la vida, o, quizás, para expandir el horizonte de uno sobre ciertos o pocos temas.