Si y no.
Piensa en Mickey Mouse. Mickey es aproximadamente un ratón. Nunca puede ser exactamente igual a la cosa real o incluso cerca de ella, pero está lo suficientemente cerca. Pero una vez que definimos a Mickey como lo que él es, ahora tenemos algo preciso y exacto. Cuando los animadores lo dibujaron cel por cel, no estaban dibujando una aproximación. Ellos lo estaban dibujando. Y cuando modelamos a Mickey utilizando un software de modelado 3D, lo estamos definiendo. El resultado no es una aproximación, sino una imagen de una definición.
Cada “cosa” es una aproximación, cuando “cosa” necesita ser descrita. Cuando estamos creando una copia de algo externo, o dándole un nombre a algún patrón recurrente, entonces todas son aproximaciones. La “cosa” que está fuera de nosotros, nunca puede ser copiada perfectamente para estar dentro de nosotros. Lo que tenemos en nuestra mente son modelos mentales que se alinean. Cuando decimos manzana, no tenemos manzanas reales en nuestra cabeza. Así que la manzana es siempre una aproximación. Estamos trabajando con secuestros de la naturaleza.
Cada “cosa” es exacta, cuando “cosa” necesita definirse. Una vez que tenemos todas estas abstracciones, podemos decidir exactamente qué es o debería ser cualquier cosa, pero solo usando otras abstracciones. Sólo entonces la construcción puede ser un proceso de deducción.
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El proceso de definición puede parecer arbitrario, pero no lo es. Las definiciones tienen consecuencias reales, y las consecuencias son importantes. Así que estamos trabajando hacia algo a medida que clasificamos nuestras definiciones. Mickey Mouse es algo especial, al igual que un axioma de Matemáticas. Por más arbitrarios que parezcan, hay algo maximizado en ellos. Y mientras definamos las cosas, podemos especificar exactamente qué es algo. No hay aproximaciones.
Pero hay otra compensación.
Mickey Mouse no es real. El es ficcion
Así que aunque podamos ser exactos, sacrificamos algo real. Perdemos un pedazo de realidad. Nos alejamos de la verdad física.
Las matemáticas son tan axiomáticas y precisas como cualquier otra cosa, sin embargo, su realidad es abstracta. Una manzana es más real que un número.
Entonces, dependiendo de si estamos modelando abstracciones o construyendo con ellas, la naturaleza de la aproximación y de la realidad cambiará.
La precisión es un artefacto de la imaginación. Pero si no hay otra forma en que la realidad pueda ser, tampoco podría ser más precisa. Lo que se pierde se pierde en la traducción, y luego se compensa con nuestra imaginación.
Pasamos de “exacto” a “exacto pero ligeramente diferente”. Pero eso también significa que podemos pasar de “real” a “mejor que real”.
Mickey Mouse es mejor que un ratón.