Como alguien que hace teoría política y ciencia política, la distinción no siempre es fácil de establecer entre “ciencia” y teoría. Gran parte del trabajo que se asienta en el dominio de la ciencia política se basa empíricamente y se orienta cuantitativamente, mientras que la teoría política es más exploratoria y tiende (aunque no siempre) a relacionarse con la formulación de una concepción de cómo deberían ser las cosas. El espacio donde hay la mayor superposición está en el dominio de la teoría política empírica, que trata de construir una teoría basada en observaciones empíricas.
La clave para entender la diferencia entre los dos está en el enfoque político que tienen. Existe una desconexión inherente entre intentar encontrar la manera en que debemos vivir, en oposición a la forma en que lo hacemos actualmente. Además, dependiendo de su marco teórico, es posible que no crea que la teoría política pueda ser “ciencia” debido a la disputabilidad de los valores políticos. De esta manera, no está claro que haya una manera de convertir la teoría política en una ciencia. Sin embargo, esto no es necesariamente un problema, ya que se puede argumentar que ha habido una fetichización del valor de la “ciencia” como un término para describir la investigación y el desarrollo de ideas. En el dominio de la comprensión de cómo los seres humanos deben tratarse entre sí, ¿debemos tratar de establecer esto sobre la base de cómo está posicionado el mundo? Ciertamente no está claro que esto garantice el mejor arreglo posible. También es probable que se atrinchere o se preocupe demasiado por los problemas existentes.
En cuanto a lo que se requiere para establecer la teoría política más sólidamente como una ciencia, el movimiento clave es ser sistemático en cómo se establece (o evalúa) la teoría. La ciencia es la evaluación sistemática del mundo físico a través de la observación y la experimentación. Si bien la palabra clave aquí es sistemática, es importante considerar el objetivo de la teoría política. Entender lo correcto (como en lo que se debe hacer) y lo bueno (como en la buena manera de vivir) son dos cuestiones centrales en la teoría política, no está claro que pueda haber una sola respuesta que sea válida para cualquiera. Pero eso no significa que no podamos ser sistemáticos respecto de cada respuesta y discernir lo que representa como un juicio de valor. Hay argumentos a favor y en contra que describen esto como un enfoque científico, pero para mí eso es realmente un punto de definición semántica en cuanto a lo que se quiere llamar ciencia. Una mejor pregunta podría ser: ¿qué tan claros son los juicios de valor y los ideales en un trabajo de teoría política, y qué tan sistemáticamente se han aplicado?
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