Existe la ley de la gravedad, que explica cómo dos objetos se atraen entre sí.
Existe la ley de Coulomb, que explica cómo dos cargos se atraerán o rechazarán entre sí.
Hay una segunda ley de la termodinámica, que explica por qué un proceso procederá en cierta dirección.
Sin embargo, no existe una ley natural que establezca que todos deben ser iguales.
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La igualdad no es el “camino de la naturaleza”. Es puramente una construcción artificial, al igual que otras costumbres y valores.
Valorar conceptos como la igualdad ha ayudado a los humanos a sobrevivir como un animal social y, por lo tanto, tiene profundas raíces en la psique humana, pero eso no implica que la igualdad sea un derecho con el que naces o con el que mereces.
De hecho, es muy difícil imaginar una sociedad que sea perfectamente igual.
¿Qué significa una sociedad igualitaria?
Si significa igualdad económica, forzar la igualdad económica lo alineará efectivamente con el comunismo.
Si significa igualdad de oportunidades, entonces puedes luchar por la perfección, pero debes saber con seguridad que nunca se puede lograr en una sociedad meritocrática.
Siempre existirá una persona que tendrá alguna ventaja sobre una persona promedio. Esto puede deberse a muchas razones, algunas de las cuales se enumeran aquí:
- Desigualdad en la educación recibida: es decir, cualquiera puede solicitar un trabajo como profesor en el MIT, pero no espere tener una competencia justa si tiene un título en magia negra.
- Suerte: Bueno, a veces las personas están en el lugar correcto en el momento adecuado
- Gen superior: no puedo tener la misma oportunidad de convertirme en un jugador de baloncesto como un hombre de 6’3 pies de altura.
La lista continua.
La clave es quitar la desigualdad, porque así ha sido siempre.
Puedo argumentar que la desigualdad puede ser algo bueno con moderación, pero ese es un tema para otro día.