¿Por qué no tenemos filósofos que son vastos tanto en las ciencias como en las humanidades como solíamos tener en el pasado?

Hay personas por ahí que tienen un amplio conocimiento (lo que en un día más brillante solían llamar “polimáticos”). Soy uno de ellos, y conozco a muchos otros. Desafortunadamente, los polimáticos no tienen realmente un lugar en la sociedad moderna. Históricamente hablando, los polimatistas prosperaron en dos contextos (a veces superpuestos): como académicos / filósofos o como ‘intelectuales públicos’; los primeros escribieron libros dirigidos a otros académicos (piensen en Hegel o Heidegger o Russell), mientras que los últimos hablaron y escribieron en el ámbito público (piensen en Orwell o Huxley o Camus). Desafortunadamente, la academia moderna se ha reconstruido a sí misma en el encasillado técnico; se alienta a los académicos (o se los obliga activamente) a que tengan un gran conocimiento sobre temas extremadamente estrechos y específicos, y se les desalienta a que piensen ampliamente. Y en la esfera pública moderna, los intelectuales públicos han sido en su mayoría expulsados ​​por los expertos; El pensamiento razonado ha dado paso al bombardeo y al alboroto.

El arte del razonamiento se está muriendo. O quizás mejor, se está desvaneciendo un poco, porque el razonamiento nunca muere realmente. Podríamos estar en una era oscura tecnológica, donde el razonamiento se ahoga bajo las masas de información inútil y estimulación emocional que todos tenemos a nuestro alcance. Si es así, tendremos que esperar el próximo renacimiento.

Hacemos. Probablemente tengamos tantos grandes pensadores hoy como incontables siglos del pasado juntos.

Tendemos a idolatrar a algunos grandes pensadores del pasado, pero estaban muy separados en el tiempo y el espacio. También fueron con frecuencia defectuosos. Newton, por ejemplo, produjo todas sus grandes obras cuando era joven, luego se enojó bastante (probablemente el envenenamiento por mercurio ayudó) y escribió increíbles montones de tonterías tratando de probar la inerrancia bíblica y varios tratados profundamente locos sobre temas religiosos.

Tesla estaba bastante enojado en la mediana edad y se desvió hacia (probablemente) la demencia inducida por envenenamiento por ozono.

Pero en el recuento histórico, nos fijamos principalmente en su grandeza.