También cuestionaría el concepto de ‘inteligencia infinita’. Esto plantea preguntas muy difíciles. La inteligencia es una medida que los humanos usan para compararse entre sí dentro de un rango bastante estrecho. Si bien se pueden imaginar infinitos atributos extensibles, como la longitud, la masa, etc., no es obvio cómo la inteligencia (o alguna medida arbitraria, como el coeficiente intelectual) podría ser infinita. Supongamos que decimos que la velocidad de los procesos deductivos e inductivos eran dimensiones; Estos estarían limitados por leyes físicas como la velocidad de la luz. Entonces, si bien pueden existir formas de vida con mucha más “inteligencia” de la que tenemos, parece claro que esta debe ser una medida finita.
Considera también cómo podrían evolucionar inteligencias muy altas. Si bien se puede imaginar que la construcción de herramientas, la planificación de cultivos y otras aplicaciones limitadas de la inteligencia promoverían la supervivencia de las comunidades, otras habilidades intelectuales humanas (como la capacidad de obtener pruebas abstractas en matemáticas puras) no parecen influir de manera remota en la selección natural. ¿Por qué entonces los seres humanos tienen el potencial de una inteligencia tan profunda, si es inútil en la naturaleza? Después de todo, debemos haber adquirido estas habilidades cognitivas mucho antes de aplicarlas (y, por lo tanto, antes de que pudieran influir en nuestra supervivencia). Esta es una respuesta del teísta a una evolución puramente física sin un elemento de diseño o creación divina.