Si te refieres al sistema educativo, sé una cosa o dos. Fui a una filosofía para niños de secundaria.
Me gustó.
Aquí hay una lista de lo que recuerdo de la escuela:
-Preguntas, todo el tiempo. No había una sola lección en la que no estuviéramos motivados para preguntar cosas. Cualquier cosa. Tuvo que formular una pregunta prestando atención a lo que se le dijo.
- ¿Es el existencialismo contra la predestinación?
- ¿De qué manera el conocimiento personal moldea el conocimiento compartido?
- ¿Se equivoca Noam Chomsky sobre la posmodernidad?
- ¿Aprender las materias prácticas y aplicadas de carácter conmutativo?
- ¿Qué viene primero, entender el significado de una palabra o definirla?
-Está bien desafiar a la autoridad. Sé que suena imprudente, pero prácticamente nos enseñaron que no todo lo que parecía estar bien estaba bien. Y si tenía las preguntas correctas, estaba destinado a hacerlas.
-Está bien saltarse las clases. Si de hecho estás hablando del sistema educativo, este es bastante sencillo.
-Mucha argumentación. Como, toneladas. Todos los días.
– Filosofía, yoga y talleres. Para aprender sobre lo que otros dijeron, para interactuar con otros compañeros, aprender a relajarse y divertirse.
-Ningunas tareas, casi ningún examen. ¿Para qué?
-Toneladas de investigación, toneladas de proyectos, toneladas de hablar en público. Te da el espacio para ser creativo y aprender a enfrentar algunos temores comunes.
-Que te diviertas. Realmente, una de las cosas más importantes era divertirse.
-Habitos de comer saludable.
-Ningún regaño.
-Cuando tengas dudas, habla.
-No aburridas conferencias de 50 minutos. Las clases fueron bastante dinámicas. Hubo movimiento, grupo de trabajo, toneladas de color, mucho hablar en público, música de fondo, etc.
Estas son las cosas principales que recuerdo de mis días en la escuela secundaria, y aunque me gustaría darles una respuesta técnica más… creo que esto cubre lo que significa para un joven estar inscrito en un sistema de filosofía para niños .
Entonces, sí, la filosofía para los niños puede ser un sistema educativo que implique hábitos saludables, hacer investigación y tener reglas muy flexibles. Se piensa que esto es más atractivo para un joven en desarrollo que los sistemas rigurosos y estrictos habituales. También implica mucha socialización y hacer muchas tareas creativas.
Nota: Acabo de recordar que había un conjunto de libros que nos dijeron que leyéramos en todos nuestros cursos de filosofía. El último que recuerdo es Lisa de Matthew Lippmann, creo.