¿De dónde vino el concepto moderno de liderazgo y cómo se hizo tan ampliamente celebrado?

Percibo que extraemos este aspecto de nuestra conexión primaria con la naturaleza y el reino animal. Es común en un grupo que uno de los animales se levante para convertirse en el Alfa, el líder de la manada.

En cualquier grupo de personas, siempre habrá uno que se eleva a la posición alfa. Tomamos este instinto de la amígdala, la parte de nuestro cerebro que compartimos con el reino animal. Como lo veo, es uno de los aspectos de la amígdala que todavía tiene un propósito para la humanidad, en el nivel de comprensión que la humanidad todavía adhiere.

En un desastre, es común que una persona se funda en una posición de liderazgo hasta cierto punto. Esto está en sintonía con su autoestima natural, ingenio y creencia en sí mismos. Esa persona, naturalmente, asume el papel alfa, y es un líder, en lugar de un tipo de personalidad seguidora.

Ese tipo de persona busca respuestas siguiendo los dictados de su propio ser, en lugar de buscar a alguien más que lo guíe.

Está tan profundamente arraigado en nuestro ADN, que simplemente aceptamos este hecho sin pensar mucho en ello. Simplemente parece natural, y dado que siempre hay más seguidores, el paradigma sirve como dispositivo de afrontamiento para ellos.

Por lo tanto, buscamos líderes en la estructura social porque, en un nivel muy profundo, percibimos esto como el orden correcto. No podemos comprender el orden que se manifiesta de otra manera.

Un líder es como la columna vertebral de un cuerpo. El orden debe seguir una dirección específica. Debe haber una fuerza impulsora y cohesiva con la que todos puedan alinearse para crear la estructura deseada.

El problema surge cuando esa fuerza motriz tiene intenciones dicotómicas a la estructura originalmente acordada por los seguidores, y trata de utilizar a los seguidores y la posición en sí misma para paralizar la estructura para el engrandecimiento o la codicia.

Vemos esto constantemente en nuestro mundo. Pero desde el microcosmos de dos niños en una casa del árbol, y uno es el líder, hasta el líder de un país, el principio es exactamente el mismo.

A medida que la humanidad evolucione, y más personas adopten su propio sentido de auto autoridad, veremos, en mi opinión, que un escenario diferente entra en juego en alineación con un nuevo sentido de igualdad, unidad, mayor capacidad intelectual y mayor capacidad a nivel personal. .

Hasta entonces, esperamos que el Alfa guíe y proteja. Si tenemos suerte, tienen integridad.