La filosofía conservadora y neoliberal no tiene que ver con temas de campaña o qué hacen los políticos o por qué actúan de un día para otro. Es el silenciamiento de la humanidad a la financiarización y la consolidación de ganancias de aquellos que orquestan la economía para su beneficio exclusivo.
Se trata del proyecto corporativo para distraer, desmoralizar y marginar al público en general, que está inundado de chismes, deportes, modas modernas y consumismo, mientras que se suprime la participación democrática efectiva y la clase media mal pagada y subempleada está enterrada en enormes impuestos y deuda.
En una sociedad conservadora y neoliberal, donde el bienestar de los humanos es una externalidad económica que debe ignorarse y degradarse activamente, la destrucción del ecosistema de todo el planeta ha estado en riesgo durante más de cien años. Ahora, el medio ambiente se dirige hacia el punto de no recuperación y actualmente se está realizando un esfuerzo masivo para acelerar la destrucción de la vida en la Tierra.
Las especies humanas, animales y vegetales no son tan importantes como las ganancias de los súper ricos. Cuando los financieros no tienen ningún uso para la humanidad, somos los siguientes. El aire, el agua, la tierra, la vida vegetal, los animales y las especies humanas han sido fáciles de descuidar y dejar de lado para siempre como secundarias a la carrera para acumular ganancias.
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La filosofía conservadora y neoliberal hace que la vida en la Tierra sea prescindible.
Representa una compulsión biológica incuestionable y absolutamente insana de consumir y controlar. La motivación para salvar a la humanidad está en conflicto directo con un abrumador apetito por el poder financiero.