Aquí es cómo el nihilismo y el hedonismo pueden servir como una amenaza para nuestra civilización, si son exagerados.
- Altos índices de suicidio y auto-abandono.
- El alcoholismo y cualquier otra adicción creada por el placer.
- Altos índices de delincuencia, porque a las personas no les importa la importancia de la ley si esa ley amenaza sus potenciales sentimientos de placer.
- Si algunas personas son sádicas, es decir, reciben placer por el dolor y el sufrimiento, si también deben ser hedonistas y nihilistas, cometerían horribles crímenes de la humanidad solo para sentirse bien, sin realmente preocuparse por otras personas.
- El colapso de la cortesía, la empatía, la simpatía, el cuidado y la consideración de los deseos y necesidades de otras personas. Básicamente, nos convertiríamos en bárbaros de corazón frío que no se preocupan por nuestros vecinos.
- Nuestra frecuencia de lectura puede disminuir debido a que podemos preferir una estimulación excesiva y enriquecida sobre los esfuerzos y el desarrollo intelectual con una estimulación mínima.
- Corrupción. ¿Por qué consideraríamos la moralidad requerida en nuestros roles si podemos hacer cosas que nos puedan dar placer, incluso a costa de la decencia y la integridad?
Estas son todas las posibilidades que mencioné simplemente improvisando. Es posible encontrar muchas más posibilidades si nosotros, como sociedad, podemos preferir la diversión y la apatía a otros valores y consideraciones importantes. Somos diferentes de los animales brutales, después de todo, que pueden luchar unos contra otros por diversión. Somos capaces de la moral, la sensibilidad y la gracia. No olvidemos lo humano dentro de nosotros como humanos.