Cómo saber qué no es un gato y qué no es autoritarismo.

Casi toda la filosofía trata esto en algún momento, de muchas maneras diferentes. Platón sería un buen punto de partida, ya que este era uno de sus problemas centrales. La distinción entre los gatos y el autoritarismo como tipos de cosas radicalmente diferentes en realidad no resiste demasiado escrutinio filosófico. Los gatos es una categoría abstracta. No hay nada acerca de la mullida cosa maullida frente a mí que incluye su trascendencia en una unidad con miles de millones de otras adorables bolitas de pelusa, más allá de la mía, dándole esta trascendencia. Este es el problema de los universales.

Tu pensamiento también trae en el problema de la identidad.

Un buen punto de partida para comenzar a pensar acerca de la identidad filosófica y sus problemas necesarios es la paradoja del Barco de Teseo, también conocida como el hacha de Washington.

Como es probable que ya hayas trabajado, los diccionarios y sus definiciones no llegan a la parte filosófica del problema. Decidir arbitrariamente otorgar autoridad a un diccionario o una definición es solo un movimiento antifilosófico para congelar aún más el pensamiento.

Primero, debe conocer las descripciones generales aceptadas y las características principales del gato; Lo que no los hace no es un gato.

De manera similar, el autoritarismo se conoce como un concepto de gobierno basado en la obediencia ciega donde no se permite ejercer la libertad individual. Conoces las características fundamentales de este tema. Lo que no coincide con estas características centrales debe considerarse como no autoritarismo.