En filosofía política, ¿qué sentido tiene imaginar la vida en un “estado de naturaleza”?

El llamado “estado de naturaleza” desempeña el papel central en la determinación de la teoría posterior del estado.

Por ejemplo, Hobbes postuló que en el estado de naturaleza, el caos gobernará porque estamos enfrentados unos con otros. La vida será brutal, breve y violenta porque será una guerra de todos contra todos.

Como resultado, se necesita un estado todopoderoso para ponernos en orden, para evitar que nos dañemos unos a otros por nuestra propia supervivencia. El estado debe tener un poder absoluto para mantener la paz, y tendremos que rendir nuestra libertad a cambio de seguridad.

En el contrato, Locke pensó que nuestro estado de naturaleza era mucho más suave. Creía que los hombres actuarán de acuerdo con la ley de la naturaleza, que es la razón y prohíbe a una persona causar daño a la vida, la libertad y la propiedad de otra persona.

En consecuencia, el estado solo tiene que actuar como mediador, evitando que su sujeto infrinja la vida, la libertad y la propiedad de otros.

En resumen, el “estado de naturaleza” determina la teoría del estado.

La respuesta precisa puede variar según el teórico del estado de la naturaleza al que te refieras. Es menos plausible, por ejemplo, que Hobbes ofrezca el estado de la naturaleza como un relato histórico que, por ejemplo, Rousseau.

Una cosa que creo que todos tienen en común es que muestran la naturaleza artificial de las instituciones políticas. Los hombres no son abejas, y podrían existir en circunstancias sin autoridad política. Esto se vincula estrechamente con sus proyectos para justificar la autoridad política. Si el gobierno es fundamentalmente natural en lugar de artificial, no tiene mucho sentido intentarlo y justificarlo . Las abejas no piden una justificación de la colmena. Vivir como parte de las colmenas es lo que hacen las abejas.

El experimento del estado de la naturaleza se usa para ilustrar, entre otras cosas, quizás, que la naturaleza humana se caracteriza por la enemistad. La condición fundamental de la interacción humana es la de la competencia, la agresión y el interés personal en conflicto. Hobbes usa esto, en parte, para justificar su concepción de gobierno como el leviatán.

Parece ser una imaginación sentimental de la vida sin gobierno, que por supuesto nunca existió. Incluso las compañías de chimpancés tienen machos alfa y sus coaliciones de partidarios. Gorilas plateados que gobiernan por la fuerza a todas las hembras, luchando contra cualquier contendiente masculino. Leones, el macho más grande que gobierna el orgullo. Paquetes de lobos con la pareja alfa siendo los únicos autorizados para reproducirse. Suricatas, etc. etc. etc.