Para entender la conclusión principal de Heidegger, voy a poner información de fondo del libro en sí. Su obra maestra, El ser y el tiempo, se divide en dos partes principales: primero, el análisis del ser en la estructura del cuidado y la base fundamental del ser en la temporalidad y la historicidad. El objetivo principal de Heidegger, como se reveló mucho más adelante en su libro, es abogar por una vida auténtica, actuando como una “llamada de conciencia”. Él está muy en contra de cualquier análisis con abstracción del mundo viviente y sugiere que tal desapego resultará en un pensamiento no auténtico y una recaída en la “caída”.
La primera parte de Ser y Tiempo expone la estructura del cuidado. Los seres humanos están íntimamente relacionados con sus entornos (“cuidado” como una base primordial para el Dasein), por lo que generalmente se dedican a tareas diarias y repetitivas. Desafortunadamente, tales compromisos (conocidos como presente a la mano) nos dislocan de la base del Ser, y este fenómeno se denomina caída. Heidegger aún no explica por qué, pero la conclusión general que se extrae aquí es que el Dasein generalmente existe como Ser en el mundo, y solo al despertar la ansiedad a través de la llamada de conciencia, Dasein puede alcanzar sus potencialidades innatas.
La segunda parte complementa la primera al promover la estructura del cuidado en relación con el tiempo. Aquí, Heidegger explica que el pasado, el presente y el futuro no pueden entenderse de manera independiente y deben entenderse como un tripartito. En nuestro compromiso con el presente en la mano, estamos demasiado preocupados por lo que es el “ahora”, y descuidamos el pasado, lo que construye la base para que entendamos nuestras potencialidades, que es el futuro. En palabras simples, es necesario comprender el pasado para descubrir nuestro potencial en el futuro, no hay pasado, no hay futuro. Pero la comprensión del pasado también debe ser auténtica, y para hacer eso, debemos poder captar la historia a través de los contextos de los eventos estudiados, algo así como vivir a través de los ojos de un testigo. Esto se denomina “historicidad”. Solo a través de la historicidad podemos entonces alcanzar el llamado de la conciencia, que ahora no solo provoca ansiedad, sino que también nos amenaza con actuar, debido a que entendemos que la muerte es siempre una posibilidad.
Creo que la diferencia entre los pensamientos de Sartre y los pensamientos de Heidegger ahora se hace evidente. El existencialismo radical de Sartre, a partir de su Ser y Nada, deleita el pasado y nos dice que nos vemos obligados a participar de las posibilidades por nuestra cuenta, mientras que Heidegger enfatiza las posibilidades futuras basadas en la comprensión del pasado. Ambos son. sin embargo, similar con respecto a su análisis sobre la influencia sociológica (desafortunada) de otros en el yo, y ambos ven la muerte como el motor de la acción auténtica.
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