Aunque el whorfianismo extremo ha sido criticado, creo que el consenso general es que el lenguaje tiene un impacto en su forma de pensar. Desde su época, muchas personas han realizado estudios empíricos y han refinado sus afirmaciones más tempranas. Algunas críticas históricas del whorfianismo puro son las siguientes:
La idea de causalidad. Whorf afirma que el lenguaje afecta el pensamiento y la formación de una visión del mundo, pero realmente no observa la evolución del lenguaje y el impacto que el pensamiento tiene en su desarrollo. Es posible que ciertas culturas piensen de cierta manera y luego desarrollen el lenguaje, como una herramienta, para expresar su percepción del mundo. Ni Sapir ni Whorf afirman que el lenguaje y la cultura estén relacionados causalmente, por lo que los críticos que atribuyen una determinación casual a su teoría probablemente estén equivocados.
Sus métodos. Eric Lenneberg, Noam Chomsky y Steven Pinker han afirmado que muchas de sus afirmaciones se basan en evidencias anecdóticas y / o eran especulativas. Realmente no hace estudios empíricos o prueba que sus suposiciones son ciertas. Whorf saca muchas de sus conclusiones al estudiar el idioma Hopi y descubrir que no hay manera de indicar las unidades de tiempo. Luego utiliza esta observación para sacar conclusiones sobre las razones detrás de ciertos patrones de comportamiento o procesos de pensamiento dentro de la cultura.
Traducción. Lenneberg también afirmó que Whorf en realidad no hablaba Hopi, por lo que el simple hecho de que ciertas conceptualizaciones debían traducirse al inglés refuta la relatividad lingüística. Sin embargo, esta crítica es un poco dura, porque es prácticamente imposible para los académicos hablar y entender realmente todos los idiomas que estudian. Debería ser suficiente para comprender cómo piensa una cultura determinada sin tener que pensar de esa manera o hablar el idioma.